domingo, 31 de enero de 2010

Cuando la literatura tiene género epistolar



"Leer buenos libros te impide disfrutar de los malos"

No sé si fue ésta la frase que me incitó a lanzarme a leer compulsivamente el libro, o su impactante título "La Sociedad Literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey", pero sin duda ha sido uno de los hallazgos más interesantes de los últimos meses.

La novela basada en el género epistolar y escrita a cuatro manos, nos sitúa en la Inglaterra de la posguerra (1946). La escritora Juliet Ashton, que reside en Londres, recibe la carta de un desconocido miembro de esa curiosa sociedad literaria, y este hecho posteriormente llevará a nuestra protagonista a la Isla de Guernesy, situada en la zona del Canal de la Mancha.

A través de las cartas la autora nos moverá en el tiempo con gran maestría, y descubriremos con Juliet como se vivía antes, durante y después de la ocupación nazi en la Isla. La guerra una vez más como telón de fondo, pero la historia es transportable a cualquier guerra, pues sólo a través de situaciones límite podemos descubrir lo mejor y lo peor del ser humano.


Se trata de un libro con referencias constantes a grandes obras y autores: Wilkie Collins, las hermanas Brönte, Wilde o Charles Lamb, e incluso a clásicos como Séneca. Las pequeñas cartas te harán reír y llorar en un mismo párrafo...



Juliet Ashton terminará conquistándote. Una mujer inteligente, con un humor irónico y con ideas adelantadas a su época:

"Te lo juro, Sophie, creo que hay algo en mí que no va bien. Todos los hombres que conozco son insoportables, quizás no debería apuntar tan alto, tampoco tan bajo como el doctor canoso que chasquea la lengua, pero bajar un poco el listón, sí. Ni si quiera puedo echar la culpa a la guerra... nunca se me han dado bien los hombres, ¿verdad? [...] No quiero estar casada sólo por estar casada. No hay nada que te haga sentir más sola que pasar el resto de la vida con alguien con quien no pueda hablar, o peor, con alguien con quien no se pueda estar en silencio"
Y por supuesto por sus referencias a la Literatura:
"Esto es lo que me encanta de la lectura; en un libro encuentras un detalle diminuto que te interesa, y este detalle diminuto te lleva a otro libro, y algo en ése te lleva a un tercer libro. Es matemáticamente progresivo; sin final a la vista, y sin ninguna otra razón que no sea por puro placer"

miércoles, 27 de enero de 2010

Querida Juliet,

Recuerdo cuando tocabas a solas, en la pequeña salita de casa de tus padres. Iba a recogerte para dar un paseo por la plaza, ¿lo recuerdas? Siempre tenía que esperarte. "La música me atrapa y no me deja marchar", me decías risueña mientras me besabas.
La música era tu pasión y yo sólo el descanso entre partitura y partitura. Me sentía el hombre más afortunado del mundo, sin embargo.
Para mí, la felicidad solo podía llevar tu nombre.
He pasado mi vida junto a ti, aún antes de conocerte y hasta ahora, cuando tu presencia inconexa te roba los recuerdos, sigo pensando que mi existencia tiene sentido porque sigues a mi lado.
Sé que cuando cada mañana te repito tu nombre, el mío, el de los chicos, cuando te digo que eras el primer violín de muchas composiciones, cuando te enumero los miles de sitios que hemos visitado juntos, las miles de cartas escritas testigos de nuestro amor... Me sonríes, simplemente me sonríes... Y tu sonrisa ingenua y desmemoriada me parte el alma...
Sin embargo, no tienes de qué preocuparte porque yo podré con el peso de los recuerdos por los dos, yo te seguiré repitiendo cada mañana tu nombre, el mío, el de los chicos, te diré mil veces lo mucho que te quiero... para asegurarme que ni un solo segundo te sientas perdida y olvidada.
Cada día escribiremos una página nueva, sin tener en cuenta el resto, como si ésa fuera la única página de nuestra vida.
Un afectuoso beso. Tuyo por siempre,
Joseph

domingo, 24 de enero de 2010

Celine


Celine escribe cartas cada noche antes de acostarse.

Cartas en las que cuenta los detalles de su última actuación, la gran ovación recibida tras finalizar su interpretación, cuenta cómo es el perfume de las flores que recibe en su camerino, las tarjetas que las acompañan con mensajes como: Para una musa entre mortales…

Describe en sus cartas con exhaustividad la delicadeza de las telas con las que ha confeccionado su nuevo vestido, burdeos, tenue pero distinguido, los zapatos de satén… Pequeños rubíes engarzan sus muñecas.

Cada noche plasma sus triunfos en hojas en blanco para que sean eternos. Cartas eternas. Eternidad guardada en un cajón sin destinatario.

Celine se mira en el espejo y piensa: Algún día, me devolverán el resto de mi vida y todo será posible. Algún día la realidad escribirá por mí.

viernes, 15 de enero de 2010

No tienes excusa... ¡Movilízate!

Hace tres años y medio que colaboro con PLAN España y gracias a ellos tengo a una niña amadrinada en Ecuador. Ahora me piden mi ayuda... y yo la vuestra...
Sobran las palabras:

Envía HAITI al 25152
(Coste del sms 1,39 euros -IVA incluido-)

Porque poco más de un euro no te supone nada a ti, sin embargo puedes colaborar con miles de damnificados...

http://plan-espana.org/prensa-y-publicaciones/noticias/destacadas/rezene-tesfamariam-director-de-plan-haiti-201ctodavia-se-oyen-voces-de-ninos-atrapados-entre-los-escombros-de-sus-escuelas201d

No tienes excusa... ¡Movilízate! Y ayudame a difundir este mensaje, cuélgalo en tu blog, redes sociales y colabora... muchos necesitan tu ayuda.

domingo, 10 de enero de 2010

Claire


Claire pinta cuadros sin lienzo,
enlaza notas sin partituras,
escribe sin papel ni bolígrafo...
Claire viaja sin billete,
sin maletas ni pasaporte,
recorre kilómetros sin desplazarse...
Claire sueña despierta
y piensa dormida,
y teme que al crecer
necesite de lienzos, partituras, papeles, bolígrafos,
billetes, maletas y pasaportes,
para intentar ser tan feliz como lo es ahora
teniéndolo todo... sin tener nada.
Claire no entiende por qué los mayores necesitan de tantas cosas para intentar ser como ella.

miércoles, 6 de enero de 2010

Clöe


A Clöe se le olvidó olvidar...
Y cada mañana pinta los días con colores añejos, se desdibuja a sí misma en el intento de un boceto mejor... Pero los trazos manidos tienden a perfilar en el lienzo la monótona línea que no le permite saltar de él...
A Clöe le cuesta recordar...
Y por cada intento fallido sus fuerzas se debilitan y queda suspendida en un hilo de irrealidad...
A Clöe un día le robaron el color y desde entonces se afana en no caer en el olvido.