En un día como hoy recuerdas a aquellas personas que no podrán darte un tironcillo de orejas... Aquellas que ya no están, y que sin embargo, te acompañarán cuando soples las velas...
Hoy añoro y echo en falta esa llamada, la primera, a tempranas horas de la mañana, para decirme: "Chiquitilla! Felicidades!" o esos besos que me recorrían toda la cara repitiendo: "Qué guapa que está mi niña..." Siempre seréis los primeros.
Hoy es un día de risas y no de llantos, de alegrías y no de penas... Cumpliendo la promesa, os regalaré, yo a vosotros, lo que más os gustaba...
Hoy, dicen que es mi día, así que habrá que VIVIRLO...
¡ FELICIDADES!
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