Cuanto daño nos ha hecho Hollywood...
Creces viviendo en películas de final feliz
y un día la claqueta te despierta dándote la bienvenida a la realidad.
Se esfuman los decorados, los artificios y te quedas cara a cara con tu vida.
Sin dobles, ni vestuario. Sin un "corten"... sin guión.
Sin embargo, siempre nos quedará París...
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