lunes, 30 de junio de 2008

Carta de mí para ti


Hoy quiero escribirte a ti. Sé que no es el mejor lugar, ni la mejor de las formas, pero sabes lo desastre que puedo llegar a ser, así que he decidido dedicar a esa parte de ti que me hace ser más yo, un pequeño guiño, un "me quito el sombrero", un "no te vayas de mi lado", un "no sabes lo grande que me siento cuando estás ahí", un "que le den al resto"...

No me dejes sola nunca, porque te necesito. Así de sencillo. No es dependencia, es necesidad.



Necesito saber que estás ahí y estarás aquí. Necesito saber que aún siguiendo nuestras vidas, ellas estarán irremediablemente unidas siempre. Que aunque encuentre a ese alguien que me haga sentir orgullosa de ser como soy y tú encuentres a ese alguien que te devuelva las ganas de luchar, nunca me dejarás.
Necesito saberlo porque soy débil, al menos eso es lo que va contando mi imagen, y la gente la cree a pies juntillas. Necesito saberlo porque soy frágil.


Y es que cuando una mentira se repite muchas veces, parece convertirse en verdad.
Pero igual que en los embalajes, seis letras capitulares avisan del cuidado con el que se debe manipular las cajas, por miedo a romper su contenido, parece que esa palabra hace más mella en mí que en ellos.


Y así, enfrentándome a mis miedos me muestro hoy, sin máscaras ni artificios.


Con una vulnerabilidad arrolladora...

miércoles, 25 de junio de 2008

Déjame que te diga algo...



Déjame que te diga una cosa, que tu actitud es de perdedores, sí. Que aunque parezca que llevas el mundo por bandera y tus pasos sean capaces de crear un ambiente silencioso a tu alrededor, no eres nadie.

Dejaste de ser alguien cuando te convertiste en lo que eres, una oveja más en el rebaño de la hipocresía, en ese rebaño en el que todo miembro se cree especial y como espejos se reflejan los unos a los otros. Pues no, siento decirte que de especial no tienes nada. Que los de tu calaña poco respeto me merecen, porque dejaron de respetarse así mismos hace mucho tiempo. Y ya se sabe, si eres capaz de venderte al mejor postor, qué vas a hacer con el resto... con los que ahora ves bajo tu sombra.

Pero tranquilo, que no estás solo, como ya digo, sois muchos los que pertenecéis a esa estirpe de dioses sin cetro, de directores sin batuta y de líderes sin convicción; que vivís bajo el lema de "no hay que ser bueno, sino parecerlo", que os alineásteis bajo unos principios vacíos... Vacíos como sois todos, porque dejasteis derramar toda vuestra esencia, todo vuestro yo... a cambio de ser como esa masa uniforme de cabecillas sin cabeza.

¿Que os tengo envidia? Qué poco has entendido entonces. Envidia, ¿de qué?

¿Que así nunca llegaré a nada? Llegar, ¿a dónde? ¿Dónde está tu meta? Quizás yo no tenga de eso... No tenga un límite, no tenga un fin, no tenga un "hasta aquí me quedo".

Yo no necesito una corona para sentirme princesa. Yo soy yo, con mis mil defectos y alguna que otra virtud... No soy como vosotros.

Gracias a Dios.


domingo, 22 de junio de 2008

Hoy, tan sólo una idea...



"Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él"



A veces se sentía como un desvalido pez entre un millar de tiburones...

e ignoraba que tenía alas para volar.

Más alto, mejor.

jueves, 19 de junio de 2008

Duele


...Qué intenso es el sentimiento que aún sabiendo el daño que te hace, no puedes desligarte de él... No quieres desprenderte de su dolor, porque intuyes que su ausencia será mucho peor...


...Qué difícil cuando tu mente dirige tu razón hacia la distancia y tu corazón gana el pulso...


... Sabes el peligro y aún así... no te alejas...
Mariposas atrapadas en un frasco abierto.


lunes, 16 de junio de 2008

17 de junio

Finalmente las hojas del calendario cayeron,
Entre sonrisas y anhelos
Lidiando con el pasado y el presente, recuerda que
Incondicionalmente, estaré
Contigo…
Inventarnos una vida sin guión,
Donde nuestros sueños sean nuestro único motor
Aprendiendo de cada golpe,
Disfrutando de cada éxito,
En resumen, sabiendo que la vida es tan sólo un
Suspiro... y de ti depende que tenga sentido...





... Hacer del tic tac algo más que un monótono compás...
Acumular instantes para no olvidar...

sábado, 14 de junio de 2008

Para aquel joven pintor:

Hace ya dos años.

Salía del Institut Français sobre las 14h, justo para coger el metro y llegar a la hora de la comida a casa. Era julio y hacía mucho calor, cada vez le costaba más levantarse y dar casi 4 horas intensivas de francés... Todos sus esfuerzos se centraban, por esa época, en prepararse bien, para poder ir a estudiar Diseño de Moda a París.
Durante un mes estuvo haciendo el mismo itineario una y otra vez... y una y otra vez coincidía con un joven, que rondaría los 17, en el segundo vagón de la línea 7. Vivía por su zona, sin embargo nunca antes habían coincidido, y ahora la casualidad hacía que diariamente se vieran.
Él era un joven de pelo largo y ropas oscuras, ella, que le sacaba alrededor de ocho años, tenía la mente paseando por la Avenue de Victor Hugo, y no se percató de que el joven elegía estratégicamente siempre su asiento cerca de ella. Un día a su izquierda, otro justo enfrente... para tomar prestados todos los matices de su rostro...


Mientras ella soñaba, él sacaba su blog de dibujo y furtivamente iba ideando su boca, sus ojos, sus mejillas... su sonrisa... Supo captar en sus trazos el alma de la joven...

El mes se esfumó rápido, y el último día se armó de las fuerzas necesarias para acercarse a la chica y ofrecerle su obra...

... Como ya mencioné de eso hace ahora dos años... Sin embargo, en las frías paredes de la buhardilla del 28 de la rue de Lille, aún se encuentra clavado, entre patrones y bocetos, aquel robo de su alma...

Parece mentira cómo personas anónimas que pasan por nuestra vida, sin llegar apenas a conocer sus nombres, se aferran tanto a nuestro recuerdo...

Si bien está dramatizada la historia, su esencia sucedió hace ahora dos veranos... porque en ocasiones, la realidad supera a la ficción...

martes, 10 de junio de 2008

Preparados, listos...

Me echo colonia. Cojo el bolso. Hasta luego cariño. Salgo. Cierro la puerta de un portazo. Las llaves. ¡Mierda!

Corro hasta la parada. Subo. Saco el abono. Me siento. Abro mi libro. Leo. Te veo...


...Pulso el botón...


Intuyo tu adiós... Intuyes mi deseo...


Bajo. Cruzo la calle. Llamo al timbre de la rutina. Hola, buenos días. Me siento. 5h30min recorren el reloj. 17 pisos desciendo.


Corro hasta la parada. Subo. Saco el abono. Me siento. Abro mi libro. Leo... Pero no te veo...

Fotogramas de un día. Instantes robados. Deseos incumplidos. Besos maniatados.

Quizá mañana.

domingo, 8 de junio de 2008

Ssshhh...



¡Silencio!- ordena la profesora cansada de tanto griterío al entrar al aula.


El silencio no existe. O al menos lo que entendemos por silencio, la ausencia de sonido total y absoluta.


Ni en el bosque más solitario y apartado de la sociedad, existe un silencio absoluto. El ruido de los pajaros, de cualquier riachuelo o el simple susurro del viento... turban y condimentan el silencio. La mera presencia de un ser vivo genera un sutil murmullo, el compás de su corazón... Hasta en el mismo Universo existen ecos de conversaciones pasadas... Al menos es lo que Alice Gould, en Los renglones torcidos de Dios, afirmaba:


-[...] Y la voz que sonó una vez no se pierde para siempre. La vibración de la onda sonora se expande y se aleja, pero permanece eternamente. Esta conversación que estamos teniendo, doctor, existirá en el futuro en un lugar lejano.

- ¿Quiere usted decir que toda palabra es eterna?

- Es una simpleza lo que digo. No hay nada de original en ello, puesto que está probado. La curiosidad insaciable del hombre creó grandes ojos (los telescopios), para ver más allá de lo que la vista alcanza. Ahora ha creado grandes orejas (los radiotelescopios) para captar ruidos del Universo. He leído que aún se oye el sordo clamor de la primera explosión: la que fue origen de la creación del mundo y de la fuga de galaxias.


Y es que el hombre ha inventado una palabra, un concepto que jamás ha experimentado, para describir lo que nunca ha conocido.

miércoles, 4 de junio de 2008


Cuando te lluevan marrones y se respire mal rollo...


¡Estornuda te quieros!


Nuestra máxima

;-)

martes, 3 de junio de 2008

El escondite

1,2,3...

La voz cantarina de Emma anunciaba que todos debían esconderse. Odiaba ligársela y tener que contar infinitas veces... Hasta que mirando por el rabillo del ojo y viendo que ya no veía a nadie, se saltaba una decena de números y daba el trámite por finalizado.

...88,89... yyyyy...100! Voooooyyyy!

Caminaba despacio hasta donde sabía que se encontraba Marcos, era tan previsible, que más de una vez Emma se enojaba con él, acusándole de ser "el más tonto de la clase", título que a la edad de 7 años era toda una deshonra. Las cancioncillas en su honor regocijándose en la mofa duraban semanas.

Emma prefería esconderse, que los demás se volvieran locos buscándola. En más de una ocasión, la señorita Amelia tuvo que salir al patio a buscar a Emma, pues la campana no hizo que asomara ni un ápice de sus cobrizos rizos. Le gustaba esconderse, porque así, decía, podía estar tranquila, sin que los demás vinieran a meter las narices en sus cosas.


A veces, como Emma, también necesitamos un lugar donde poder estar a solas con nosotros mismos. Donde nadie pueda importunarnos, ni tengamos que dar explicaciones por lo que hacemos o decimos, o ¡incluso sentimos! Está claro que hay personas que opinarán todo lo contrario y que necesitan verse siempre rodeadas de gente, pero creo que un momento de soledad no tiene porqué tener cargas negativas, sino al contrario. Te acerca a ti, te pone frente a frente contigo mismo y descubres cosas, algunas que odiarás haber descubierto y otras que te henchirán de orgullo.

Hay veces que disimuladamente miro a mi alrededor a ver si encuentro un escondite furtivo y puedo desaparecer por unos instantes. Alejarme por unos minutos de la realidad social, y pasar a vivir mi propia realidad, una que dura tan sólo un sucinto lapsus de tiempo...


...Porque siempre habrá una campana que te haga salir de tu escondite...


domingo, 1 de junio de 2008

Cuéntamelo bajito

Recuerdo cuando tu voz anunciaba tu presencia, esa voz dulce que llenaba mis noches vacías, que me gustaba recordar mientras la almohada escuchaba mis penas. Recordar los acordes que tarareabas mientras te duchabas...

Esa voz que me envolvía, que hacía que irremediablemente cayera a tus pies, sin apenas darme cuenta. Esa voz que producía huracanes en mí, esa voz que era capaz de hacerme olvidar mis malos momentos...

Una voz envuelta en una bella criatura, tan frágil como ella. Me gustaba hacerte de rabiar para tan sólo oírla más...

Y ahora que estoy solo, no puedo dejar de pensar en ella... con un miedo irrefrenable de pensar que pueda llegar a olvidarla... Porque a ti, estoy seguro, que no podré hacerlo jamás.

Me muero por tan sólo un hilo de tu voz, por un susurro más...