miércoles, 24 de septiembre de 2008

Instantes robados

Ven, pasa. Siéntate a mi lado. Pero antes deja colgado en el perchero el miedo a mostrarte tal como eres. Quiero hablar contigo, mirarte a los ojos y que tu mirada huidiza no se esconda tras esa caída de párpados que me arrebata la razón.


Te sientas y simulas indiferencia, pero noto tu inquietud. Una vez más busco tu mirada que se posa nerviosa sobre los objetos que celoso envidio. Te ves tan frágil y te empeñas en parecer la heroína de una novela de acción...


En un momento en el que bajas la guardia, logro centrar tu atención. Me miras y sin embargo sigues resistiéndote a quitarte esa coraza de hojalata que hace años tatuaste en tu piel.

Pronto presientes tu vulnerabilidad y vuelves a rescatar tu mirada del intento de mostrarte desnuda ante mí...
Mientras tanto de nuestras bocas se hilan palabras tan efímeras, tan absurdas, tan vacías... Conversaciones inútiles, insulsas... Que no sirven sino para enmascarar este silencio roto que grita...

Como si la batalla entre nuestras miradas les hubiera robado el sentido,

les hubiera robado la razón...

1 comentario:

Unknown dijo...

Precioso. Me encanta. Un beso!